Campaña municipal 2025: Control de la procesionaria del pino

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La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) debe su nombre a su característico desplazamiento en fila, a modo de “procesión”. Este lepidóptero es la plaga más importante de los pinares de la Península Ibérica, aunque también puede afectar a cedros y abetos.

Las mariposas adultas aparecen en verano y, tras el apareamiento, las hembras depositan sus huevos en las copas de los árboles. Pasadas unas cuatro semanas (entre septiembre y octubre), nacen las orugas, que construyen sus nidos de seda o bolsones donde permanecerán durante el invierno.

Entre febrero y abril, las orugas descienden al suelo en largas hileras para enterrarse y completar su ciclo como crisálidas. En verano, las nuevas mariposas emergen y el ciclo se reinicia.

Efectos y riesgos

La procesionaria causa dos tipos de daños principales:

  • Daños sobre los árboles, debido a la defoliación que provoca la pérdida de acículas, debilitando los ejemplares y afectando a su crecimiento y resistencia.
  • Riesgos para la salud de personas y animales, ya que las orugas poseen pelos urticantes que pueden causar reacciones alérgicas, irritaciones graves en piel y ojos, e incluso la muerte de mascotas (especialmente perros) por necrosis de la lengua o asfixia.

Métodos de control y tratamiento

Existen diversas estrategias de control que, combinadas de forma adecuada, permiten reducir la población de orugas y mantener los niveles de infestación en valores bajos:

  • Trampas de feromonas para capturar machos (verano).
  • Eliminación de bolsones mediante poda (invierno).
  • Colocación de trampas de collar para capturar las orugas cuando descienden (primavera).
  • Fomento de fauna auxiliar (aves insectívoras como herrerillos y abubillas).
  • Tratamientos fitosanitarios o biológicos, preferiblemente mediante endoterapia en otoño-invierno.

Desde el Ayuntamiento apostamos por métodos sostenibles e inocuos para las personas, animales y el entorno, priorizando la endoterapia frente a los tratamientos por pulverización, ya que evita la dispersión de productos químicos al ambiente y es altamente eficaz en árboles de gran porte.

Factores ambientales y colaboración vecinal

Las condiciones meteorológicas suaves de los últimos inviernos, con temperaturas más altas de lo habitual, han favorecido el aumento de esta plaga en toda la Comunidad de Madrid.

Recordamos que los propietarios de parcelas con pinos, cedros o abetos deben mantener sus árboles libres de bolsones, siendo esta una obligación establecida por la normativa municipal.

El Ayuntamiento pone a disposición de los vecinos que lo deseen información sobre empresas especializadas en la realización de tratamientos y control de procesionaria.”

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