Ganadores de I Concurso de Microrrelato y Poesía LGTBIQ+

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Descubre aquí el microrrelato de Virginia Rodríguez que ganó el I Concurso de Microrrelato y Poesía LGTBIQ+, así como el poema también ganador de Carlos Benedicto. Esta iniciativa se enmarca dentro de la campaña del mes de junio dedicada a celebrar la Diversidad.

«Lo que permanece» de Virginia Rodríguez
Aquella mañana, eras el último de la fila. Habías elegido ir al final consciente de que así la
fotografía no quedaría ni sepultada bajo el peso de los juguetes, ni achantada por las diferentes
cartas que tus compañeros de clase habían depositado en la cápsula del tiempo. Y, cuando llegó
tu turno, le diste un beso. No el de un adiós, ni siquiera el que se da al decir «buenas noches»;
era el deseo por estampar en aquella foto una marca más de la existencia de tu amor para ser
descubierta en unos años, como una huella altamirense hecha con pintalabios.
Aquella noche, tus padres enterraron otro pedacito de ti en el jardín. Otro que se unía
A las uñas.
A los dientes de leche.
A los mechones arrancados de cabello.
Y a las tiritas con sangre reseca.
Nutrientes para la criatura que yacía bajo tierra. Las lombrices acariciaban un rostro y las raíces
se enroscaban en torno a un cuerpecito que era una réplica de ti, pero al que tus padres
moldeaban para que no mamase de tu esencia.
Muy pronto, el hijo que realmente ambicionaban saldría de aquel profundo hoyo.
Y tú sabías qué ocurriría cuando aquella cosa se arrastrase fuera.
Años más tarde, una de tus hermanas drag queen te preguntará sobre qué pasó después con
aquel ser. Pero sus labios en tu mejilla te harán pensar en aquella fotografía y en ese beso
imperecedero.
Dirás:
−¿No queríais ver una foto de mi infancia? Todavía conservo una.

“Constelaciones” de Carlos Benedicto

Algunos dicen que he cambiado
y que mi voz ya no es la misma,
que ahora resuena, ronca;
que mi andar es otro,
que mi risa es más brusca
y de mayor volumen.
¿Acaso es pérdida?

No me he traicionado,
pero no entienden.
No he cambiado:
Me he revelado.

Soy una constelación
que antes dormía
bajo nubes de miedo.
Cada célula ahora
canta mi nombre
y mi sentir
me alinea.

No inventa,
confiesa.
Pero no.
Mi voz suena a hogar
y mi sombra
no contradice.

Soy estrella que gira
fuera de su órbita
y a la vez en el centro.
Soy cicatriz que canta,
soy vértice.

Si eso es cambiar,
entonces lo deseo
y lo abrazo
porque ardo
y renazco.

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