Vanera se consolida como un taller de orfebrería artesanal donde cada creación nace de la personalización, la energía y la intención de quien la encarga.
Su fundadora, Vanessa Rivera, explica que el principal servicio es la creación de joyas personalizadas: “El cliente se presenta con una idea, ya sea para un regalo o un autorregalo. Me presenta su proyecto, incluso fotografías, y de ahí creamos una pieza única y exclusiva.”
Una de las características que distinguen su trabajo es la posibilidad de reutilizar el metal del propio cliente. “Hay muchas veces que la gente trae su metal, no solo por el valor, sino porque quieren darle una nueva vida. Nosotros lo fundimos y de ahí sacamos su pieza.”
Aunque el taller también ofrece la opción de trabajar con metal propio de Vanera.
Reparación y recuperación de joyas
Además de la creación desde cero, la orfebrería ofrece un servicio completo de reparación de piezas: “Hay gente que se rompe las joyas y, en vez de tirarlas, les damos una segunda vida con la reparación.”
Talleres en los que el cliente crea su propia joya
Vanera también destaca por sus talleres experienciales, donde cada persona puede convertirse en artesana por un día:“Hay talleres en los que la persona presenta su idea y realiza su propia joya.”
Uno de los más especiales es el taller de alianzas, destinado a parejas que quieren fabricar sus propios anillos de boda o aniversario. También se ofrecen talleres sencillos, como el de alambrismo, y propuestas adaptadas para familias o grupos de amigas/os que buscan compartir un momento creativo.
Talismanes con intención: la esencia de Vanera
Vanessa confiesa que lo que más disfruta del oficio es la creación de talismanes energéticos: “Lo bonito es que en el momento que empiezo a fundir el metal podemos meterle la energía y la intención necesaria. Aprovecho incluso fechas con energías importantes para crear piezas.”
Metales nobles trabajados con una visión propia
Su trabajo se centra principalmente en plata, oro y cobre, cada uno con propiedades energéticas y simbólicas. Sobre la plata, puntualiza: “Normalmente se encuentra plata 925. Yo, como trabajo con energías, le bajo el porcentaje de cobre al 5% y el resto es plata. Es una aleación 950, más pura que lo habitual.”
El cobre, en plena exploración creativa dentro de su taller, aporta otras cualidades: “Ayuda a la circulación de la sangre y es otro canal energético. Estoy haciendo muchas piezas en cobre; estoy ahí haciendo mis experimentos.”
Joyas que son herramientas de vida
Para Vanessa, sus creaciones van más allá de lo estético:
“Mis piezas no son solo joyas, son herramientas que nos recuerdan algo en concreto.”
Como su propio anillo ‘Yo me amo’:
“Me recuerda que me tengo que hablar bien, con respeto, que no me tengo que culpar ni castigar.”
Por eso, afirma que quienes acuden a Vanera:
“No vienen a pedirme joyas, vienen a pedirme herramientas. Siempre hay un significado detrás.”
Ella trabaja primero la simbología, porque “siempre hay un algo detrás”. A partir de una idea, una foto o un recuerdo —como el anillo que pudo recrear a partir de una imagen y que “volvió a nacer”— transforma emociones en piezas únicas.
Vanessa canaliza la energía mientras trabaja, dejándose guiar: “Yo tengo una idea, pero la energía mueve el diseño”. Por eso no hace bocetos cerrados, solo medidas y proporciones básicas; las piezas se transforman hasta ser lo que deben ser. Aun así, también puede crear réplicas exactas, especialmente para quienes han perdido un pendiente o buscan recuperar algo con valor sentimental.
La elaboración es totalmente artesanal y tradicional: funde el metal, crea su propia aleación, lamina el lingote y trabaja cada pieza en el banco joyero antes de pulirla y dejarla lista. Cada joya se entrega en una bolsa de tela hecha y cosida por ella misma, junto a su díptico informativo.
No usa moldes: “Aunque haga diez piezas iguales, nunca serán iguales”. Cada una conserva su propia energía, su intención y su autenticidad.
Vanera se posiciona así como un espacio donde el metal, la intención y la energía se fusionan para dar vida a piezas que acompañan, empoderan y cuentan historias.
